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Para un campo base conveniente y lujoso en el Distrito de Cayo, este resort apto para familias ofrece todo lo que los viajeros necesiten para llevar facilitar la aventura.
Los viajeros que quieran experimentar la vida en un pueblo beliceño, podrán disfrutar de lo mejor de cada mundo en San Ignacio, el centro económico y cultural de Cayo: este contiene suficientes atracciones turísticas para ser un gran sitio anfitrión, pero todavía mantiene su sabor local y rústico. Con famoso restaurantes, museos y centros de conservación; incluyendo el Green Iguana Project, donde los niños podrán jugar con hermosas lagartijas; un día en el pueblo será una experiencia rica en cultura. La verdadera bendición del Distrito de Cayo es su jungla; los exuberantes bosque tropicales alrededor del Río Macal son perfectos para la observación de vida silvestre como aves exóticas y monos de cerca, el canopy, las cabalgatas, y la apreciación de orquídeas. El Macal en sí se jacta de albergar las mejores experiencias en tubing y piragüismo del país.
En el centro de la ciudad estará el San Ignacio Resort, un hermoso y bien mantenido hotel que se jacta albergar la única jungla en la ciudad, su propiedad privada de 8 hectáreas. El recientemente remodelado edificio principal incluye un lujoso vestíbulo con estilo mediterráneo completo con columnas y pisos de mármol. Una serpenteante escalera elaborada a partir de exóticas maderas nativas que llevan a los huéspedes a las suites máster.
Con un patio comedor con sombra y miras hacia la resplandeciente piscina, este lugar podría ser el sitio más glamuroso de San Ignacio. Una rápida caminata desde el hotel llevará a los huéspedes al centro de San Ignacio, donde podrán disfrutar de comida, música y exploraciones culturales; y otra pequeña caminata los llevará a un sitio Maya actual: las antiguas ruinas de Cahal Pech con su antiguo templo. En la propiedad, pasee por la cancha de tennis (iluminada por la noche para los juegos nocturnos) hasta llegar al sendero selvático medicinal, donde el hotel alberga su santuario de iguanas.
Los cuartos de los huéspedes estarán bien equipados y ofrecen cualquier necesidad: Wi-Fi, televisión por cable, aire acondicionado, ventiladores de techo, secadoras para el cabello, y cajas de seguridad. Los baños privados son espaciosos con baños separados y duchas espaciosas. Todos los muebles están elaborados a partir de maderas nobles beliceñas de origen sostenible, incluyendo caoba exótico. Todos los dormitorios cuentan con algún tipo de patio privado o balcón, ya sea con miras al jardín o hacia la jungla. Las flores tropicales afuera de las ventanas de cada dormitorio atraerán aves como el ave nacional de Belice, el tucán pico iris.
Para aquellos que anhelan las cosas más finas, el suite spa incluye albornoces de felpa y área con tratamientos de masaje privados, donde los masajistas ofrecerán sus servicios. La suites máster, con su cama canopy, vistas impresionantes, y obras de arte locales, constituyen el sueño de toda pareja en luna de miel.
El restaurante llamado Running W Steakhouse brinda comidas todo el día. El aire acondicionado, el comedor abierto se jacta de panoramas de toda la propiedad, al igual que los platillos gourmet incluyendo especialidades libanesas de la familia de los dueños. El bar del vestíbulo sirve cócteles afuera en una configuración con tema barroco, y alberga música en vivo los fines de semana. El spa del hotel está decorado cuidadosamente para favorecer la relajación, y las mesas de masajes vendrán con una hermosa vista de los árboles y las flores afuera mismo de las ventanas. Desde la aromaterapia y los masajes suecos hasta los faciales de miel y aguacate, estar en medio de la jungla jamás se pudo haber sentido tan relajante.
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