La Isla del Caño, situada a 20 km de la costa de la Bahía de Drake en la Península de Osa, es una isla importante para Costa Rica, tanto arqueológica como ambientalmente. Las aguas que rodean esta reserva biológica están llenas de criaturas marinas, mientras que la isla se protege de varios artefactos que datan de la época precolombina.
Los científicos teorizan que esta isla de 741-acre (300 hectáreas), se formó hace más de 50 millones de años durante un cambio de las placas tectónicas de la Tierra. Desde entonces, se ha visto una buena cantidad de actividad. Una serie de piedras perfectamente esféricas talladas a mano se encuentran en la isla, los arqueólogos apuntan que se trata de las lápidas de una tribu indígena que vivió aquí durante la época precolombina. Entre los siglos 17 y 18 la Isla del Caño fue utilizada como un refugio para los piratas a lo largo de la costa del Pacífico, mientras que hoy en día, es mejor conocido por el espectacular buceo en alta mar y su inigualable pasado histórico.
Isla del Caño esta rodeada por aguas turquesas, al igual que por un gran número de arrecifes de coral. De hecho, las aguas que rodean la isla contienen la mayor cantidad de corales -construyendo así organismos a lo largo de la costa Pacífica de Costa Rica- por nombrar sólo algunos, se pueden encontrar el coral cerebro, la cabeza de coral y abanicos de mar. Añada a esto una excelente visibilidad y una enorme cantidad de especies marinas, y tendrá las herramientas perfectas para hacer snorkeling y un excelente buceo. Debajo del agua puede ser capaz de detectar las manta rayas, atún, pez aguja, barracuda, pargo, tiburones blancos, tortuga lora, morenas, delfines, y ballenas jorobadas y piloto. Teniendo en cuenta todo esto, no es sorprendente que muchas personas consideran la Isla del Caño como el mejor punto de buceo en todo el país. Sin embargo, debido a que es una reserva biológica, el ingreso de buceadores está estrictamente regulado - hay 5 sitios de buceo, y sólo a 10 buceadores se les permite estar en el agua a la vez.
Lamentablemente, la isla en sí no alberga tanta biodiversidad como lo hace el océano. Siempre hay un bosque virgen intacto, así como una muestra de árboles de caucho y cacao. Boas, pacas, murciélagos, ranas arbóreas y una gran variedad de insectos pueden ser vistos, además de varias especies de aves que utilizan la isla como un punto de parada durante su migración hacia el sur. Una serie de playas de arena blanca rodean la isla, y algunos senderos se extienden por gran parte del terreno. Se han construido también zonas para acampar, así como una estación de guardabosques.
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