Blue Jay Lodge está ubicado en el extremo sur de la Península de Nicoya, en Mal País. Esta área te sorprenderá por su población de espíritus libres, jóvenes y alegres, en respetuosa convivencia con el entorno. En sus playas de arena dorada, estallan bulliciosas olas consideradas entre las mejores del mundo para practicar surf. La playa también está llena de tranquilidad, arrecifes y pozas que ofrecen una verdadera relajación.

Déjate llevar y disfruta del sol y el agua. Para los que aman aventurarse en las aguas abiertas, le recomendamos la emocionante excursión de pesca deportiva. También puede descubrir la belleza del mundo submarino en un tour de esnórkel o buceo. El cercano Parque Nacional Cabo Blanco y la Reserva Natural son excelentes para la observación de aves, vida silvestre y natación acompañado con algunas de las puestas de sol más impresionantes de Costa Rica.

El hotel está ubicado a sólo 200 metros de la playa y rodeado de arboles que son el hogar de muchos monos y aves tropicales. Los propietarios compraron este territorio e inicialmente pusieron en marcha un proyecto de reforestación a partir de la cual solo han utilizado una pequeña parte para los detalles de los nuevos bungalows, el restaurante y muebles. Relájese en la grandiosa piscina o en sus alrededores, con la abundancia de belleza natural. El restaurante al aire libre prepara un excelente pescado fresco y deliciosos platos de carne al estilo costarricense como también se especializa en la cocina internacional.

Hospédese en uno de los siete bungalows espaciosos y privados, esparcidos sobre cinco hectáreas. Hojas de Palma sobre los techos a prueba de agua ayudan a que las cabinas compartan ese aspecto natural de los alrededores, manteniendo su bungalow muy cómodo. Para los más aventureros y jóvenes de corazón, por favor pida uno de los bungalows que se encuentra arriba en la colina. Tendrá que caminar un poco más, pero estará más íntima con la naturaleza. Cada cabina tiene baño privado con ducha y agua caliente, dos camas, ventilador de techo y terraza con dos hamacas, ideal para la observación de vida silvestre.