El culto de Hemingway en Cuba es fuerte, sus libros son algunos de las pocas obras de ficción que se venden aquí, hay bares dedicados exclusivamente a su patrocinio frecuente. Situado en su casa de 20 años, el Museo Ernest Hemingway ofrece a sus visitantes una oportunidad maravillosa para aprender sobre el famoso autor y su relación con Cuba.
Hemingway amaba Cuba y vivió aquí desde 1939 a 1960. El escribió varios libros en Cuba, incluyendo El Viejo y el Mar, Islas en el Golfo, Por quién doblan las campanas, París era una fiesta y Al otro lado del río y entre los árboles. Hoy en día, el retrato de Hemingway se imprime sobre camisetas turísticas y se hacen esculturas.
Hemingway compró la Finca Vigía en 1940 por 18.500 dólares. Situado a 15 millas (24 km) fuera de La Habana, la casa le proporcionaba a Hemingway un lugar para trabajar durante el invierno. La casa de una sola planta, fue construida en 1887 con estilo español-colonial. La propiedad se extiende por 15 acres (6 hectáreas), cuenta con numerosos árboles frutales y excelentes vistas de La Habana. En 1961, la viuda de Hemingway se vio obligada a abandonar la casa y todos sus contenidos para el gobierno de Castro.
En 1994, la casa volvió a abrir como museo. Se dice que preservar la forma en que el autor la dejó, aunque uno se pregunta cuánto ha cambiado durante los 30 años que estuvo en manos del gobierno. No obstante, este museo ofrece una mirada fascinante de la forma de vida y los intereses del gran escritor.
No está permitido entrar a la casa, pero todo el lugar se puede ver a través de grandes ventanas abiertas. Las cabezas de los animales que cazaba Hemingway adornan las paredes y los estantes de revistas muestran con orgullo copias de Esquire and Sports Afield. Las estanterías se encuentran en cada habitación, excepto en el baño, y contienen más de 9.000 títulos. Usted puede incluso mirar en un pequeño armario que mantiene el uniforme y las botas de guerra de Hemingway.
La torre al lado de la casa fue construida por insistencia de su cuarta esposa, que esperaba que Hemingway la utilizara como un lugar tranquilo para escribir. Hemingway, sin embargo, prefirió escribir en medio de la actividad de la casa y rara vez utilizaba la torre. Muy cerca se encuentra una piscina. La sala de billar se ha convertido en una pequeña colección de fotos, podrá observar a Hemingway sin camisa descansando junto a la piscina. Más allá de la piscina se encuentra el famoso barco de Hemingway, el Pilar. El crucero de madera es impresionante y es fácil imaginar a Hemingway luchando con un marlín desde la popa de su barco.
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