La Habana es una ciudad hermosa y cautivadora. Es el hogar de sitios culturales, culinarios y artísticos más prósperos del país, además es un fascinante cruce entre el colonialismo español y el comunismo cubano. Su gente es muy amigable y hospitalaria, es muy fácil pasar una semana entera paseando por sus calles, visitando museos y escuchando música en vivo.
La Habana es la capital de Cuba y la ciudad más grande de la isla, con una población que ronda los 2,2 millones. Se encuentra a lo largo de una gran bahía, la Bahía de La Habana, en la costa norte de Cuba. Pocas personas se dan cuenta realmente de lo cerca que La Habana esta de Florida, a tan sólo 150 km es todo lo que separa a los EE.UU de Cuba. La mayoría de los vuelos internacionales aterrizan aquí, así que es probable que la mayoría de los viajes inicien y terminen en La Habana. La ciudad ofrece a los viajeros una variedad de atracciones y actividades.
Visitar La Habana es como dar un paso atrás en el tiempo. Camine por las calles de La Habana Vieja y verá vehículos clásicos americanos estacionados junto a edificios españoles deteriorados. La propaganda del gobierno, que no ha cambiado mucho en los últimos 55 años transcurridos desde la Revolución, aparece en las esquinas y vallas publicitarias. Arquitectónicamente, la ciudad es una mezcla de períodos y estilos de construcción, con todo, desde Art Deco hasta barroco tardío en exhibición. Las calles están llenas de gente y actividad. Es difícil determinar con precisión qué es lo que hace tan especial La Habana, pero usted se dará cuenta una vez que la sienta. Fácilmente es una de las ciudades más increíbles del planeta.
La ciudad es grande y se extiende a lo largo de 740 km². Como tal, la mejor experiencia es en los barrios, cada uno de los cuales tiene su propio sabor. La mayoría de los viajeros querrán pasar la mayor parte de su tiempo en La Habana Vieja, la parte más antigua y la más interesante de la ciudad. Vedado es el hogar de La Habana moderna, así como de algunas mansiones ornamentadas que datan de los años 40 y 50. Miramar, la parte más rica de la ciudad, también merece un vistazo si usted está interesado en completar su experiencia en La Habana.
Historia
La Habana fue fundada originalmente en 1515 junto a las costas del sur de Cuba, pero la ciudad fue trasladada a su actual ubicación en 1519. La Habana se convirtió en la capital en 1553, tomando el título de Santiago al este de Cuba. La riqueza y tesoro español, en gran parte recogidos de otras partes de las Américas, ayudaron a construir la ciudad y para el siglo XVIII La Habana fue una de las ciudades más grandes del Nuevo Mundo. La fortaleza más grande de las Américas se construyó aquí después de que los ingleses capturaron La Habana en 1762 (pero intercambiaron la ciudad por Florida), que ayudó a proteger la capital floreciente. Mansiones hermosas y calles adoquinadas se construyeron, y por el siglo XIX las fronteras de La Habana fueron presionadas en los campos circundantes. Era una ciudad moderna, elaborada e impresionante.
La ciudad continuó prosperando después de la Guerra Española-Cubana-Americana. A mediados del siglo XX, la ciudad tenía una gran clase media. Los estadounidenses llegaron a la isla para jugar, estar de fiesta y deleitarse con el ambiente festivo de la isla.
La Revolución golpeó duro La Habana. Los ciudadanos ricos salieron de la ciudad junto con los turistas y La Habana se deslizo hacia la pobreza. Los edificios y la infraestructura fueron descuidados y los barrios bajos surgieron. Las cosas se pusieron aún peor cuando miles de campesinos llegaron a la ciudad en busca de trabajo, el gobierno se vio obligado a construir apartamentos de hormigón en el borde de La Habana para albergar a estos migrantes. Finalmente, el gobierno inició un programa de preservación en La Habana Vieja. Hoy en día, muchos de los edificios de la ciudad vieja están bien restaurados, mientras que los de los barrios de los alrededores siguen desmoronándose.
Adónde ir y Qué hacer
Los viajeros deben enfocar su energía en La Habana Vieja. Esta parte de la ciudad es absolutamente fascinante y merece unos días de exploración. El barrio está técnicamente definido por donde las paredes originales de la ciudad una vez existieron, esencialmente incluye todo al este del Prado. Alrededor de 60.000 personas viven aquí.
Prado es un buen lugar para iniciar sus exploraciones. Este bulevar de mármol conduce desde el Malecón hacia el Parque Central, y está lleno de árboles, lámparas de gas y bancas. Los amantes se acurrucan en las bancas, mientras que los niños patinan y los ancianos juegan al ajedrez. Los edificios históricos se alinean a cada lado del Prado, algunos están bellamente restaurados, mientras que otros están caídos y en ruinas. Este es un sitio ideal para pasear, disfrutar de la atmosfera y tomar fotos.
El Prado termina en el Parque Central. Este parque central es un lugar popular para reunirse con los lugareños y es donde entrará a los barrios más antiguos de La Habana Vieja. Algunos hoteles bonitos rodean el parque, al igual que los coches clásicos y los carruajes tirados por caballos que ofrecen paseos a los turistas. El Capitolio Nacional y el Museo Nacional de Bellas Artes están a sólo una cuadra de distancia. El Capitolio, que fue construido en la década de 1920 e inspirado por el edificio del Congreso de Washington, actualmente está siendo restaurado. El Museo Nacional de Bellas Artes cuenta con una impresionante colección de arte internacional y vale la pena una o dos horas de su tiempo. Este museo también cuenta con una sección que tiene todo de Cuba en otro edificio cerca del Prado.
Camine al este del Parque Central y se encontrará en medio de un laberinto de calles adoquinadas y edificios antiguos. Esta es la parte más interesante de la Habana Vieja y es el hogar de restaurantes deliciosos, bares divertidos y buenas tiendas. Usted podría hacer una parada por un daiquiri en el bar favorito de Hemingway, La Floridita y escuchar jazz en vivo, o bien probar un cigarro o ron en alguna de las tiendas.
Plaza de la Catedral es una visita obligatoria. Estas hermosas plazas adoquinadas datan del siglo XVIII y capta la esencia de La Habana Vieja. Una iglesia barroca y varios museos bordean la plaza y las mujeres en trajes tradicionales posan para los turistas. Además, hay cafeterías pintorescas donde podrá conseguir un buen bocado.
También debe planificar una visita a la Plaza de Armas y Plaza Vieja. La Plaza de Armas es la plaza más antigua de La Habana, después de haber sido construida en 1519. Fue una vez el centro administrativo de La Habana, pero hoy en día es un parque agradable y lleno de sombra, con muchos vendedores de libros a su alrededor. Las mansiones coloniales restauradas y los restaurantes de lujo rodean la Plaza Vieja. La plaza originalmente fue un mercado cubierto, pero actualmente es un buen lugar para disfrutar del ambiente durante su exploración en La Habana Vieja.
El Malecón rodea el lado norte de la Habana Vieja. Este pasillo frente al mar se extiende junto a la bahía y es un lugar maravilloso para sentarse o pasear. Es casi como un microcosmos de la vida en La Habana, usted verá amigos bebiendo ron, amantes compartiendo besos y los pescadores lanzando sus líneas al océano. Llegue justo antes del atardecer para ver la transición de la ciudad de día a noche.
Al otro lado del Malecón en la entrada del canal del puerto se encuentra el Parque Militar Histórico Morro Cabaña. En conjunto, estas dos fortalezas componen el mayor complejo defensivo de España en las Américas. Podrá explorar estos castillos y fortalezas para obtener una mejor idea de cómo la ciudad fue defendida en la época colonial. Hay pequeños museos dedicados a la historia, armamento y el Che Guevara. También podrá disfrutar de espectaculares vistas del centro de La Habana.
Otro museo notable es el Museo Ernest Hemingway. Hemingway vivió en Cuba durante más de veinte años y su casa ha sido convertida en un museo maravilloso. Usted puede ver las habitaciones donde escribió y dormía, y admirar su colección de animales cazados. El museo también es el hogar de su barco histórico, el Pilar, que llevó a Hemingway en innumerables expediciones de pesca deportiva.
Para tener ideas adicionales sobre los fantasmas de Cuba, pase por el Cementerio Cristóbal Colón. Este gran cementerio es el lugar de descanso final de las figuras más importantes en la historia de Cuba. Al caminar por sus avenidas, verá las tumbas de los presidentes de Cuba, intelectuales notables y músicos famosos. Sin embargo, la tumba más importante aquí, es la de Amelia Goyri de Hoz, quien es venerada en toda Cuba como La Milagrosa y es considerada una santa. Los cubanos visitan su tumba para orar por salud y buena fortuna.
La Habana tiene una vida nocturna espectacular. Los cabarets son grandes aquí, pero no menos importantes que la Tropicana, el principal club nocturno de Cuba. La Tropicana ha estado en operación desde 1939 y ha tenido la visita de innumerables celebridades en los últimos años. Actualmente, se pueden ver espectáculos de chicas con poca ropa y escuchar una maravillosa orquesta. Hay otros cabarets excelentes en la ciudad que lo tendrán aplaudiendo y sonriendo hasta la medianoche. Tampoco hay escasez de lugares de música, podrá escuchar salsa, trova, son, bolero y jazz. Sobra decir, que la pista de baile es eléctrica en la mayoría de estos lugares.
Podríamos seguir y seguir hablando de las maravillas de La Habana, sin embargo, la mejor manera de experimentarlo es en persona. Es un lugar maravilloso e histórico que atacará sus sentidos de la mejor manera posible. Programe por lo menos un par de días aquí durante su viaje en Cuba.
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