Ubicado en las montañas de piedra caliza en el norte de Alta Verapaz, las cuevas de Candelaria eran sagradas para los Mayas Q'eqchi. Las cavernas se consideraban como un pasaje al inframundo y probablemente fueron utilizadas como un lugar de culto. Las cuevas de Candelaria se perdieron con la desaparición de los mayas, pero fueron redescubiertas por el francés Daniel Dreux en 1974.

Las cavernas, recientemente obtuvieron su condición de parque nacional, se formaron por el flujo constante del Río Candelaria. Las cuevas miden de 20-30 m de ancho y de 10-60 m de altura, en algunas ocasiones se ve interrumpido por los tragaluces. Es posible explorarlas caminado o en una balsa inflable.

Hay tres puertas principales para la exploración de las cuevas. La opción más cómoda es en el Complejo Cultural y Eco turístico Cuevas de Candelaria, que está cerca de San Antonio de Las Cuevas. Creado por Daniel Dreux, esta organización tiene como objetivo proteger los bosques de los alrededores, así como ayudar en el desarrollo sostenible de la comunidad local.

Mientras tanto, se puede visitar la Cueva del Mico, que cuenta con una de las grutas más grandes e impresionantes. Uno en particular, el "Tzul Tacca," es especialmente excepcional. La gruta es de 200 m largo, con sus rayos de sol y de las formaciones rocosas increíbles, es una maravilla.

Al sur de este proyecto turístico comunitario de Candelaria Muq’b’il Ha’, una caminata de 30 minutos por el sendero nos lleva a la cueva Venado Seco. Usted puede recorrer en un neumático flotante que atraviesa el Río Candelaria y que se dirige través de estas cuevas. Hay otra opción en Candelaria Camposanto. Existen dos cuevas secas Cúpula de los Murciélagos y Ventana de Seguridad, que pueden ser exploradas, así como una sección húmeda que puede ser recorrida en neumático flotante.