Fuerte de San Lorenzo

Las ruinas españolas se remontan al Siglo XVII, pero el fuerte original se construyó en el año 1595. Ubicado a lo largo de un enorme acantilado cerca de la boca del Río Chagres, San Lorenzo cumpliría la función de asegurar las rutas comerciales y evitar a los piratas a lo largo de la costa del Caribe de Panamá.

Irónicamente, el fuerte fue atacado casi que constantemente después de su finalización. El pirata inglés Sir Francis Drake fue el primero en atacarlo en el año 1596, luego, Sir Henry Morgan lo volvió a atacar en el año 1671. Morgan se encargó de destruir el fuerte de madera, y penetró el istmo hasta llegar a Ciudad Panamá, donde saqueó todo el pueblo. San Lorenzo fue recontruido en piedra en el año 1680, pero fue destruido nuevamente por el almirante inglés Edward Vernon en el año 1740. No obstante, fue reconstruido nuevamente en el año 1768 y se le añadieron fortificaciones en 1779. Este mismo fuerte, es el que se mantiene en pie hoy en día.

El Fuerte de San Lorenzo es un lugar muy interesante para explorar y tomar un vistazo de las ruinas muy de cerca. Al estar de pie junto a las paredes del fuerte cerca del acantilado, es sumamente fácil imaginar los viejos barcos piratas acercándose al fuerte. Habrán pasillos oscuros y mohosos por los que podrá caminar, y cañones negros viejos que podrá apreciar. Las ruinas (y las de Portobelo) fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1980.

El ejército de Estados Unidos construyó el Fuerte Sherman en el año 1911 para defender la antigua Zona del Canal de Panamá. Después de la Segunda Guerra Mundial, el área de bosques alrededor del fuerte fue usada para entrenar tácticas de guerra en medio de la selva. Eventualmente se convirtió en un centro de entrenamiento para las Fuerzas Especiales con destino a Vietnam.

El Área Protegida de San Lorenzo es un vínculo importante en el corredor biológico que corre a través de Panamá. También es un componente esencial del Corredor Biológico Mesoamericano, el cual se extiende a través de todo Centroamérica. De esta forma, el área ayuda a apoyar la migración de especies entre continentes. También se encarga de proteger 12 ecosistemas, cuatro tipos de bosque, humedales, y manglares.

Por esta razón, los conservacionistas (y operadores del turismo ecológico) están presionando para mantener esta área intacta. Por el otro lado, los desarrolladores, agricultores y cazadores quieren usar la tierra para otros propósitos. Es difícil poder predecir qué pasará, pero por el momento, parece ser que los conservacionistas tienen la ventaja. Hay municiones que no han sido explotadas en el área militar de Estados Unidos. Por esta razón, los visitantes no deben explorar el bosque por sí solos, aunque se pueden organizar caminatas guiadas. Esta área es sumamente reconocida entre "pajareros" u observadores de aves.