A una altura sorprendente de 12.467 pies (3.800 m) sobre el nivel del mar, el lago Titicaca parece tocar el cielo. Quizá, esa fue la razón por la que los Incas creyeron que aquí fue donde Viracocha, el Dios creador, concibió el sol. Según la leyenda Inca, otros nativos Titicaca incluyeron el primer rey Inca, Manco Copac. Uno de los lagos más altos del mundo, rodeado de montañas o ambas lados, Titicaca es un candidato para la materia de leyendas.
Para llegar al lago, tendrá que salir desde el pueblo peruano de Puno. La economía de este pueblo se basa principalmente del turismo, hay varios lugares para rentar botes y kayaks, de esta manera explorar el lago y sus numerosas islas. Los visitantes a menudo comentan sobre el aire que rodea el lago, debido a su altitud, puede tomar algo de tiempo para acostumbrarse. Titicaca tiene un área de 36.000 millas (58.000 kilómetros) y de profundidad 176 millas (284 kilómetros).
El lago Titicaca es enorme, hogar de una serie de islas pobladas con sus propias culturas. Muchas de las islas cuentan con alojamiento para los huéspedes que deseen pasar la noche. Algunas familias de las islas Anapia y Amantani, están dispuestas a hospedar turistas y abastecer a sus huéspedes con comidas caseras.
La isla de Uros son algunas de las más populares para visitar en el Lago Titica. Se conocen como las "islas flotantes" por su construcción delicada, hecha por el hombre. Los lugareños las formaron a partir de cañas compactadas, añadiendo continuamente más cañas para mantener la isla fuerte. Con el mismo material, los locales también crean embarcaciones pequeñas, con proas en forma de cabeza de dragón. Usted puede reservar un paseo en estos barcos para ir a otra isla cercana.
La isla Amantani es una de las más populares entre los turistas. Los nativos realizan bailes tradicionales para los visitantes todas las noches. Hay dos ruinas incas en la cumbre de dos picos en la isla, un destino perfecto para una caminata. Visite la isla Taquile para observar la habilidad de los nativos con sus textiles, en Taquile, el tejido de punto es una ocupación predominantemente masculina y sus sombreros tejidos se han convertido en un elemento distintivo de la moda de la isla. Taquile también tiene algunas ruinas en sus picos, con vistas panorámicas del algo.
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