Siguiendo los canales desde las famosas islas flotantes de Uros, la próxima parada es la isla de Taquile. Situada a 30 millas (45 km) y a 90 minutos en un paseo en barco desde Puno, es famosa por su tejido y hacer punto, además la isla Taquile ofrece un lugar divertido para que los viajeros puedan explorar.
Ubicado en el Lago Titicaca, la isla Taquile tiene una historia colorida. Fue una vez utilizada como una prisión al estilo Alcatraz por los colonialistas españoles, pero hoy en día, la isla está habitada por 3.000 Taquilenos de habla Quecha. Los lugareños siembran cultivos como maíz, frijoles y quinua, en las tierras pre-incas en las montañas. Gracias a su dieta principalmente vegetariana, se dice que los locales viven un promedio de 90 a 100 años. La isla en gran medida está intacta de la modernidad, por ejemplo no hay ni una bicicleta y mucho menos se podrá observar un vehículo.
Los Taquilenos ejecutan su sociedad basada en el código moral Inca que establece "no robar, no mentir y no ser perezoso." En la isla, el trabajo de las mujeres es tejer mientras que el de los hombres es hacer punto, una habilidad que aprenden desde temprana edad. Los sombreros que tejen representan diferentes etapas de la vida: una sección blanca significa que el hombre es soltero, mientras que uno con rojo significa que está casado.
Estas tradiciones han servido para que Taquile y su arte textil tenga el honor de ser nombrado "Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad" por la UNESCO. Taquile es el lugar perfecto para comprar artesanías de alta calidad que son exclusivas de la isla, ya que nunca se exportan y sólo se venden en este sitio o como regalos.
Los barcos turísticos dejan a los visitantes en un extremo de la isla, mientras dan un paseo a lo largo de un camino bien pavimentado mientras admirarán el paisaje. El almuerzo se disfruta generalmente en uno de los muchos restaurantes familiares que ofrecen sopas de trucha y quinoa.
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