Situado en el extremo norte del Valle Sagrado de los Incas, Calca ofrece caminatas y oportunidades para el ciclismo de montaña a través de un valle antiguo. Calca es un lugar ideal para tener una idea de cómo se veían las ciudades indígenas andinas antes de la llegada de los españoles. Hay dos plazas principales en el centro de la ciudad, una característica tradicional de la planificación de la ciudad Inca, mientras que la planificación de las ciudades por los españoles suelen tener una sola plaza.
Tome un viaje imaginario a través de los Andes antiguos un paso más en el sitio arqueológico de Huchuy Qosco. Justo al norte de Calca, Hucuy Qosco es un nombre quechua que significa "Cusco pequeño". Algunas evidencias del sistema de riego y las estructuras de piedra que los Incas construyeron aun permanecen. La agricultura en la ladera de la montaña toma un poco de ingenio, mientras que no quedan muchos restos de los Incas, aun así Hucuy Qosco es un testimonio de su laboriosa población.
Calca fue el lugar de un enfrentamiento importante entre los españoles y los incas. En el siglo XVI, el gobernante Inca Manco utilizó Calca como su capital, eventualmente perdiendo tanto Calca como Huchuy Qosco. Esto solo fue una parte pequeña de la toma de posesión más grande de las cercanías de Cusco, sus edificios enormes fueron despojados de su capa externa de oro.
Además de realizar caminatas en los senderos magníficos a lo largo de Calca, usted puede pasar por las aguas termales Machacancha para un baño refrescante. Los visitantes tienen la opción de tres piscinas grandes. Usted podrá cambiarse en vestido de baño aquí, las termales tienen casilleros y vestuarios. El agua de las termales se mantiene libre de residuos y cercado en madera, con varias ventanas para tener una buena entrada de iluminación natural. Los locales defienden las propiedades curativas del agua, se dice que sumergirse en el agua mineral es casi bueno para cualquier cosa.
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