Puno cuenta con varios hoteles, restaurantes y servicios para el viajero. Como tal, es un buen lugar para reabastecerse antes de viajar hacia otros lugares alrededor del Lago Titicaca.

Puno fue utilizado originalmente como un lugar de paso para las personas que viajan entre Arequipa y la mina de Potosí, que se encuentra en la actual Bolivia. Sin embargo, una mina de plata fue descubierta alrededor de 1688 y el pueblo fue renombrado como San Carlos de Puno. Fue durante este tiempo que muchas de las iglesias y los edificios de Puno fueron construidos.

Un ejemplo fue la Catedral Basílica de San Carlos Borromeo, que se encuentra en la Plaza de Armas. Construido en el siglo XVII, la iglesia luce una fachada tallada impresionante pero un interior relativamente simple. Al lado se localiza la Casa del Corregidor, que también data del mismo siglo y fue edificado por el padre Silvestre de Valdés, que dirigía la construcción de la catedral.

Mientras se encuentra en este lugar, de un paseo por Lima en la calle peatonal de Puno. Esta calle cuenta con los mejores restaurantes de la ciudad y es un buen lugar para comer, comprar y explorar. Pruebe el Chairo, una sopa local o el pescado fresco en alguno de los muchos restaurantes. También hay varias tiendas que tienen tejidos y prendas de vestir de lana de alpaca.

Puno tiene algunos museos para visitar, pero uno de los atractivos culturales más interesantes esta a las afueras del pueblo. El Yavari es un buque antiguo que fue enviado desde Inglaterra en 1862. Enviado en partes, necesito seis años para que todo el barco llegara a Puno. Puno lleva a cabo una variedad de fiestas religiosas durante todo el año.

Alrededor de 300 festivales se realizan en torno al lago Titicaca cada año y si usted está en la zona durante alguno de ellos, vale la pena echarle un vistazo. Las celebraciones son coloridas y divertidas, con mucho baile y música. Un baile particularmente impresionante es La Diablada, que se realiza cada año el 2 de febrero durante la Fiesta de la Virgen de la Candelaria. La danza representa una batalla entre los ángeles y demonios.

Además de explorar el pueblo y sus fiestas, hay otras actividades que los viajeros pueden disfrutar durante su estancia en Puno. Explore el lago Titicaca en kayak o en lancha, donde podrá disfrutar de vistas preciosas del lago y las colinas de los alrededores mientras está en el agua cristalina. Otras actividades incluyen paseos en bicicleta, observación de aves y paseos a caballo.