Cueva del Indio

La Cueva del Indio lleva este nombre por los restos de los indios encontrados dentro de esta cueva. Los amerindios Guanajatabey, un grupo de nativos indígenas de la región, una vez utilizaron la cueva en busca de refugio. Hoy en día, no verá ningún esqueleto o artefactos indígenas, pero usted encontrará impresionantes formaciones rocosas y un río subterráneo espeluznante.

La cueva es de fácil acceso y tiene un camino en buen estado e iluminado. El sendero está bajo techos altos y está entre rocas, haciéndolo una caminata divertida y fascinante. Toda la cueva es de aproximadamente 2.5 millas (4 km) de largo, pero sólo se puede caminar por menos una cuarta parte de ella. El camino finalmente se detiene en un muelle, donde será recogido por una lancha para explorar el río subterráneo. Si usted llega en el momento en que la cueva está llena, es posible que tenga que esperar 15 a 30 minutos para abordar el bote, lo cual podría ser algo frustrante. Antes de entrar en la gruta, pida a la recepcionista el número de personas que ya están en el interior, si hay más de 30 o 40 personas allí, regrese en otro momento.

Una vez que suba al barco, usted tomará un viaje corto hacia arriba y abajo del río. El guía informa en voz alta los nombres de diversas formaciones rocosas que aparecen en las paredes de la cueva. El río es fantasmal y es el hogar de los cangrejos ciegos y peces transparentes; pasear por las aguas tranquilas es una experiencia completamente única.
Cuando su lancha llega a la salida de la cueva, saldrá en la luz solar y pondrá poner sus pies en tierra firme. Las mesas de artesanía, estantes con bebidas y un restaurante lo esperan en su llegada. El restaurante sirve platos sabrosos y grandes, y a menudo ofrece música en vivo. Este lugar es un poco turístico, pero aun así es una manera de completar un viaje a través de la Cueva del Indio, especialmente a la hora de almuerzo.