La Península de Azuero se ubica justo al norte del centro de Panamá a lo largo de la costa del Pacífico del país. Sus costas orientales miran hacia el Golfo de Panamá, mientras que sus costas occidentales bordean el Golfo de Chiriquí. La parte más desarrollada de la península es la oriental, con carreteras que se extienden a través de las ciudades principales de Chitré, las Tablas, y Pedasí. Es en esta porción de la península en la que la mayoría de los visitantes pasarán su tiempo.

Las ciudades en la Península de Azuero son bastante diferentes al resto de las ciudades en Panamá. Techos de tejas rojas y herraje ornamentado decoran las casas con un estilo colonial español, y las calles limpias y señoriales muestran el camino hacia las plazas centrales sombreadas por bellos árboles y alineadas con catedrales antiguas del Siglo XVIII. Los locales se mueven a un paso relajado, simulando tener nada más que tiempo en sus manos.

Chitré y Las Tablas son las ciudades más grandes y unas de las más ricas culturalmente. Chitré se ubica cerca de los restos de una civilización con más de 11,000 años de antigüedad, pero a la vez poseen una vívida historia propia, la cual puede ser apreciada en sus iglesias, museos, y plazas. En las cercanías, el pequeño pueblo de Parita brinda a los visitantes una perspectiva maravillosa del pasado Español colonial de Panamá, al igual que la atractiva ciudad de Pedasí, que yace más abajo de la península.

La gran mayoría de las ciudades de Azuero se saturan de actividad durante la celebración anual del Carnaval, una fiesta total que ocurre durante los cuatro días precedentes a la Cuaresma. El Carnaval de Las Tablas – realizado con clubs de danza, carrozas elaboradas, y alcohol a cada hora del día – es el mejor de todo Panamá.

Y mientras que las ciudades de Azuero pueden proveer experiencias culturales bastante interesantes, las áreas naturales a lo largo de gran parte de la península son maravillosas también. Las playas de las costas del este son similares a aquellas en el centro de Panamá, pero menos desarrolladas y concurridas. La mayoría son anchas, extensas, y compuestas de arena negra o gris. El Océano Pacífico que las acompaña es calmado la mayor parte del tiempo e ideal para nadar, aunque en lugares como Playa Venao, que yace en la esquina sureste de la península, se puede disfrutar de un surfeo maravilloso. Las aguas más lejanas a la costa se encuentran repletas de peces grandes y ofrecen oportunidades espectaculares de pesca deportiva, para la cual el atún es la mejor caza.

Varias reservas naturales son muy placenteras de visitar, incluyendo las de Isla Iguana e Isla de Cañas. Justo a las afueras de Pedasí, Isla Iguana ofrece a los visitantes asombrosas playas de arena blanca y aguas costeras muy tranquilas, al igual que oportunidades maravillosas para practicar snorkelling y buceo. Más abajo en la península, el Refugio de Vida Silvestre Isla de Cañas es el lugar de anidación más importante en Panamá para las tortugas marinas a lo largo de la costa del Pacífico. Es visitado por cinco especies de tortugas marinas – la lora, la verde, la caguama o cabezona, la baula, y la carey – y brinda a sus visitantes la posibilidad de presenciar uno de los sitios naturales más espectaculares.

Anhelando algunos de los destinos turísticos más conocidos en Panamá, los visitantes frecuentemente pasan por alto hacer un viaje a la Península de Azuero. Mientras que no hay duda de la belleza de los destinos más populares de Panamá – como Bocas del Toro, pueblos montañosos como Boquete y El Valle, y las Islas San Blas – sería una lástima perderse de las maravillas del corazón de Panamá.