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Gocta Lodge es privilegiado con vistas de las cataratas de Gocta, la catorce catarata más alta del mundo. Ubicado a 2 horas desde el pueblo de Chachapoyas, Gocta Lodge ofrece a los viajeros habitaciones cómodas en una localización inmejorable.
Chachapoyas es un pueblo pequeño en el norte de la Sierra peruana. Muchos viajeros utilizan la ciudad como una base para explorar la región circundante, la cual está llena de montañas grandes, ruinas antiguas y bosques nubosos. Las ruinas fueron construidas por los Chachapoyas, un pueblo que fue eliminado por los Incas en el siglo XVI. Se pueden hacer caminatas por varios días hacia las ruinas, prometiendo a los viajeros una experiencia salvaje y aventurera. También cerca podemos encontrar la catarata de Gocta, una de las cascadas más grandes del mundo.
Gocta Lodge se encuentra a las afueras de pueblo pequeño de Cocachimba, el cual esta aproximadamente a 2 horas en vehículo desde Chachapoyas. Cocachimba es el punto de partida para excursiones a las Cataratas de Gocta. Situado en unos 5.900 pies (1.800 m), esta zona goza de un clima de primavera, con días cálidos y noches frescas.
El albergue dispone de vistas espectaculares de las cataratas de Gocta y de las montañas circundantes. De hecho, cada una de las diez habitaciones del hotel tiene vistas de la cascada a la distancia. Todos los cuartos tienen balcón con vista a la catarata, pasar una mañana o una tarde aquí es totalmente agradable.
Las ocho habitaciones y dos suites son grandes y cómodas. Las habitaciones están decoradas de forma sencilla pero con buen gusto, las obras de arte local cuelgan en las paredes y las puertas de vidrio corredizas se abren al jardín privado. Todos los dormitorios cuentan con camas grandes y confortables, además de baño privado con ducha de agua caliente. Las dos suites tienen camas King, sala de estar y televisión por cable. Los baños de las suites también incluyen una bañera de hidromasaje y ducha escocesa. La zona circundante es tranquila, por lo que descansar y relajarse es muy fácil.
Hay una piscina pequeña con vistas de las montañas y cascadas. Con una terraza de madera y sillas alrededor de la piscina, este es un lugar absolutamente ideal para tomar algo de sol y disfrutar del paisaje maravilloso. El resto de la propiedad del hotel está muy bien cuidado, con muchas zonas verdes donde los huéspedes pueden sentarse o pasar mientras disfrutan del horizonte. Las llamas a veces frecuentan el césped.
El restaurante del hotel tiene mesas en el interior y el exterior. La comida aquí es fresca y abundante. Los clientes seleccionan sus comidas de un menú anticipadamente y todos sus alimentos serán hechos desde cero. El personal es extremadamente servicial y acogedor.
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