El Hostal de La Rábida, es un alojamiento encantador que está cerca tanto de los sitos históricos como de los placeres modernos de Quito, es realmente una verdadera experiencia de hotel boutique. Desde su política que aceptan mascotas a su acogedor restaurante privado y unos dueños hospitalarios, tiene todo lo que los huéspedes necesitan para sentirse como en casa.

Un Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1978, Quito es hermoso y siempre creciente, con una arquitectura colonial bien conservada de Ecuador y una cultura contemporánea animada. Su pintoresco paisaje de montañas e imponentes catedrales hispanas yuxtaponen con los parques floridos, un distrito de vida nocturna concurrido y las ruinas incas cercanas a Rumicucho. El antiguo pueblo de Ecuador y los invasores españoles igualmente influenciaron en la sensación de la ciudad hoy en día; el Museo Inti Nan basado en la línea ecuatoriana, donde los visitantes pueden pararse con un pie en cada hemisferio y explorar las diferentes culturas que han tomado poder en Quito a lo largo de la historia. Los bosques subtropicales y picos de las montañas que rodean la ciudad se pueden visitar en excursiones de un día. Un ejemplo son las Aguas Termales Papallacta, que está a dos horas de distancia.

El hostal de La Rábida se las arregla para que los huéspedes se sientan como en casa, tanto en la antigua casa familiar restaurada como en la propia ciudad de Quito. Esto es en parte debido a que los propietarios del hotel, están dispuestos a ofrecer asesoramiento local y guiar a sus huéspedes para su mejor viaje posible.

Desde simples bloques hasta parques bien cuidados, algunas de las mejores tiendas y restaurantes en Quito, están a 5 minutos caminando desde la Plaza Foch de la famosa vida nocturna. El Hotel de La Rábida se encuentra en una ubicación privilegiada. El histórico Casco Antiguo de Quito y su mezcla heterogénea de arquitectura colonial están a 2 millas (3,7 km) de distancia.

Este hotel de 11 habitaciones se siente más como un bed and breakfast (alojamiento y desayuno), con un restaurante privado gourmet, un jardín tranquilo e incluso una pequeña biblioteca para navegar. Después de un día de exploración, una buena lectura junto a la chimenea comunitaria y la cena en el acogedor comedor, puede ser necesaria.

Mientras que las mascotas son bienvenidas, las habitaciones se mantienen impecables, con una elegancia sencilla con edredones de plumas de todos los blancos y una decoración de acento. Los huéspedes estarán encantados de encontrar agua de cortesía, chocolates y flores esperando por ellos en sus habitaciones, junto con amenidades como secador de pelo y productos de baño. La televisión por cable, caja de seguridad y conexión inalámbrica a Internet son de esperar en un lugar de tal gusto, pero el servicio de lavandería, parqueo gratuito, aire acondicionado en cada habitación y transporte desde y hacia el aeropuerto, definen a este pequeño hotel verdaderamente de servicio completo. Además, los propietarios y el personal hablan Inglés, italiano, francés y español, dando facilidad internacional para la experiencia boutique.

Es la sofisticación junto con un ambiente hogareño que diferencian el Hostal de La Rábida de un bed & breakfast: a discrepancia de algunos hoteles pequeños, el área de recepción y seguridad están disponibles las 24 horas del día y el servicio de habitaciones se ofrece durante todo el día con un desayuno completo, así como un menú de cena italiana y andina.