El café jugó un rol fundamental en el desarrollo de Costa Rica. El mismo ha dado forma a las instituciones sociales, culturales y políticas y sigue siendo una de las principales exportaciones agrícolas del país. La historia del *grano de oro* comenzó en el Siglo XVIII y continúa siéndolo hoy en día.
Historia
El café echó raíces en Costa Rica a finales del Siglo XVII. La planta del café Arábica primero fue cultivada en el Valle Central de Costa Rica, donde las condiciones ideales para su crecimiento - incluyendo el suelo fértil, la elevada altitud, y el clima fresco - contribuyeron a su éxito. Las plantaciones continuaron y el gobierno costarricense pronto se percató del enorme potencial económico del café. Para fomentar la producción, el gobierno ofreció terrenos gratuitos a los agricultores de café en el Siglo XIX. Durante este tiempo, la producción se disparó.
Para el año 1829, las ganancias provenientes de las exportaciones del café superaron a las del tabaco, azúcar y cacao. Inicialmente, el café solía ser exportado a Panamá y después a Chile, donde era renombrado bajo el nombre de "Café Chileno de Valparaíso" y posteriormente enviado a Inglaterra. Para mediados del Siglo XIX, el capitán inglés William Le Lacheur Lyon envió cientos de bolsas de café costarricense a Gran Bretaña. Las cuales justamente cayeron sobre las manos adecuadas y desataron un interés nacional en el café de Costa Rica. De hecho, hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra fue el recipiente más grande de exportaciones de café costarricense.
La industria cafetalera generó una adinerada clase media de cultivadores y comerciantes. Muchos tenían conexiones con oficiales del gobierno y ayudaron a asegurar el papel del café en la economía costarricense. Aunque el balance del poder durante este tiempo fue inequitativo, las ganancias del café efectivamente contribuyeon a la modernización de Costa Rica. Ayudó a construir el ferrocarril de la costa Atlántica del país y el Teatro Nacional en San José.
Hoy en día, el café costarricense está valorado entre los mejores del mundo y es enviado a todas partes; desde Austin hasta Amsteram. Costa Rica es el trigésimo productor más grande de café en el mundo, movilizando aproximadamente 1.5 millones de bolsas cada año. El 90 porciento del café es exportado, donde sus ganancias constituyen alrededor del 11 porciento de las ganancias en exportaciones de Costa Rica. Los pequeños agricultores juegan un papel protagonista en esta producción - casi el 90 porciento de todos los productores cultivan menos de 5 hectáreas de tierra.
El Libre Comercio y las Cooperativas
El café de libre comercio se está volviendo cada vez más popular a través del mundo. Esto hace una gran diferencia en lugares como Costa Rica, el cual dispone de más de 70 000 agricultores que cultivan café. De acuerdo a globalexchange.org, aproximadamente 45.000 de estos agricultores pertenecen a cooperativas que podrían estar involucradas con organizaciones de libre comercio. Las organizaciones de libre comercio como Fairtrade International y Rain Forest Alliance trabajan para asegurar mejores derechos y salarios para todos los agricultores pequeños. El certificado de libre comercio promueve la sostenibilidad medioambiental, social y económica, y con frecuencia hace énfasis en café orgánico cultivado bajo la sombra. Los agricultores que son inspeccionados por organizaciones de etiquetado de Libre Comercio deben acatar con una serie de regulaciones medioambientales, de salud y seguridad.
Las cooperativas unifican a los pequeños agricultores para ayudar a asegurar mejores precios de negociación para sus productos. Hay cooperativas en Santa Elena, Buenavista, Sarapiquí, Tilarán, Montes de Oro, Pilangosta, Llano Bonito, y Coopeldos. Además, algunas cooperativas también forman parte de una segunda cooperativa que trabaja a una mayor escala para mejorar los estilos de vida, la reforestación de selvas tropicales, la diversificación de los cultivos, el desarrollo de las mujeres, y los programas educativos en las comunidades de los agricultores del café.
El Cultivo, la Producción, y los Tours
Mientras viaja por Costa Rica, usted probablemente podrá observar cafetales que se expanden tomando la forma de mosaicos color verde con café en las colinas. Es un panorama atractivo y pastoral. La mayoría del café del país se cultiva en las provincias de San José, Alajuela, Puntarenas, Heredia, y Cartago. Estas disponen de los climas ideales para el desarrollo del café. En estos lugares, el suelo es volcánico, ligeramente ácido y extremadamente fértil. Las elevadas altitudes - particularmente entre los 1.200 y 1.700 metros de altura - tienen climas más frescos que son los más adecuados para las necesidades de las plantas de café.
La mayoría de las bayas de café son recolectadas a mano de las plantas. Dichas bayas posteriormente son transportadas a los beneficios (plantas de procesamiento), donde son lavadas y se les remueve la pulpa. Después, los granos se secan en el sol o con una máquina especializada. Luego, los granos son separados de acuerdo a su tamaño y forma y se sellan en bolsas.
Los tipos de café costarricense más clásicos son suaves y ligeramente acídicos. Son unos buenos estimulantes por las tardes y van muy bien con postres. Los productores actualmente se encuentran experimentando con nuevos sabores más llamativos y afrutados. Estos son menos tradicionales que las antigüas variedades, pero indudablemente podrían encontrar una audiencia en el mercado internacional.
Realizar un tour por una plantación de café es una gran forma de aprender sobre la historia y la producción de esta sumamente importante planta. Mientras camina a través de los campos, los guías le explicarán cómo es que se cultiva y cosecha el café. Usted aprenderá sobre la remoción de la pulpa, el secado, el proceso de tueste, y con frecuencia se le obsequiará una fesca taza de café al final del recorrido. Sin duda alguna es una experiencia divertida e informativa.
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