En los últimos años, Ecuador ha sufrido un cambio de conciencia sobre el medio ambiente. Las iniciativas del gobierno en las principales ciudades permiten la construcción de espacios verdes y transporte público amigable con el ambiente, un cambio significativo del enfoque anterior en la economía. A pesar de que los parques nuevos y los vecindarios ambulantes hacen que las ciudades como Quito sean aptas para las personas que viven aquí, se tiene la esperanza de que los esfuerzos para incrementar los territorios protegidos y revolucionar las prácticas agrícolas en todo el país preserven este país rico en recursos para las miles de especies animales (y futuras generaciones, también). Sin embargo, el progreso ergonómico entre las ciudades se está moviendo mucho más rápido que el progreso ecológico para el país
Ecuador se encuentra entre uno de los diez países más biodiversos del mundo: con más de 5,490 especies de mamíferos, incontables aves y exuberantes regiones en abundancia que oscilan desde lo tropical hasta humedales, hay mucho por proteger. La nueva Constitución de 2008 otorga derechos tanto a los humanos y al medio ambiente, ¡una movida un poco inaudita del gobierno ecuatoriano! Los derechos de la población indígena de los montubio también fueron reconocidos, incluyendo su derecho a mantener su lengua, costumbres e incluso su tierra tradicional. La conocida Pacha Mama o Madre Tierra, incluso está recibiendo derechos por su nombre como la protección de las especies nativas en peligro, la restricción de especies invasivas y la promesa de restaurar tierras dañadas a su estado original, una tarea complicada considerando el reciente pasado de Ecuador.
El gobierno está enfocado en desarrollar la economía, que a menudo pasa la factura al medio ambiente. A pesar de que los gobiernos locales en ciudades como Quito se están volviendo cada vez más consientes con el medio ambiente y centrados en la comunidad, el gobierno nacional de Ecuador no ha logrado encontrar un balance entre la creciente economía y la protección de la tierra.
Entre los intentos fallidos destacan la Iniciativa Yasuni-ITT, la cual implementaría una política de topes y canje (un "tope" de cuántas emisiones puede tener una empresa y un "canje" entre las prestaciones de las empresas, creando así un incentivo para invertir en tecnología limpia). El plan específico de la Iniciativa Yasuni-ITT era dejar más de 900 millones de barriles de petróleo en la tierra, evitando alrededor de 410 millones de toneladas emisiones de CO2. Sin embargo, para seguir adelante con esta promesa, el gobierno solicitó que los países desarrollados del mundo contribuyeran financieramente con la inversión de Ecuador en la energía renovable. Cuando el mundo se negó a ayudar, Correa renunció a la iniciativa y básicamente comenzó a perforar. Debido a que Ecuador es un país rico en recursos pero que aun así batalla con la pobreza, esta decisión a pesar de ser debatida acaloradamente, es algo comprensible.
Esta no es la primera vez que el petróleo ha causado problemas en Ecuador. Cuando se encontró petróleo en el país en la década de 1960, la economía mejoró considerablemente, pero hoy en día la nación está enfrentando los efectos de la explotación de petróleo a largo plazo. Las selvas tropicales de Lago Agrio y Yasuni, ecosistemas importantes en un país que una vez estuvo repleto de selvas han sido completamente abusados por Chevron, quienes dejaron desechos tóxicos en el bosque y petróleo crudo en el Río Amazonas, en una suma de 16 billones de galones por año. El suelo fue destruido por la contaminación, los efectos carcinogénicos que incluyen defectos de nacimiento, un incremento en abortos espontáneos y cáncer en los residentes locales. No fue hasta el año 2011 que el sistema judicial de Ecuador demandó una sanción de más de $18 billones a Chevron, quien luchó la demanda y ganó.
Aun así, ha habido cierto progreso en el gobierno ecuatoriano, como por ejemplo en el incremento de territorios protegidos en las tierras altas. Quito y las áreas circundantes se han beneficiado de esto. El agua potable de la región viene de arroyos y ríos en los Andes: estaríamos hablando de 1.5 millones de personas, incontables campos para la agricultura y demás industrias locales que dependen de más de 4.5 billones de galones de agua directamente de las montañas por mes. Estos recursos hídricos se encuentran dentro de la Bio Reserva Condor con 22 millones de hectáreas de tierra protegida, lo cual incluye granjas, ranchos y territorios indígenas, pero también bosques nubosos, selvas tropicales y páramos; los pastizales de elevadas altitudes de los Andes. Para proteger esta tierra y al suministro de agua de montaña es tal vez el esfuerzo de conservación más ambicioso del país hasta ahora.
Aun así, la "conversión" de los bosques a zonas de pasto para criar animales nunca es sostenible e incluso los campos de cultivo en los Andes han sido mal gestionados históricamente: Ecuador ha sido víctima de un largo estilo de agricultura llamado "roza”, el cual involucra una práctica que literalmente quema el bosque para cultivar comida (para personas o pastorear animales) en una tierra en cenizas rica en nutrientes. Una vez que la tierra se haya agotado, otra área de bosque será arrasada. Actualmente, el gobierno y organizaciones de conservación están trabajando juntos para mejorar las prácticas agrícolas en la región y así mejorar la cantidad y calidad de agua disponible para las personas.
El interés del gobierno en la protección del medio ambiente actualmente es un nuevo fenómeno en Ecuador y no toda la conservación de la tierra es apoyada por igual: la población indígena de Cofán ha batallado para conservar 4,046,860 de hectáreas de tierra ancestral, la cual yace entre los Amazonas y las montañas. Al igual que muchas poblaciones indígenas han experimentado, los Cofán no tuvieron autoridad alguna sobre su tierra natal y así fueron presa de la masiva explotación del petróleo que Ecuador sufrió desde la década de 1950 hasta la década de 1970. La deforestación, las fugas de oleoductos y derrames de petróleo que se encuentran entre los daños provocados a la tierra y a la gente.
En el año 2007, el gobierno finalmente otorgó oficialmente derechos a los Cofán sobre sus tierras. El Ministerio de Medio Ambiente de Ecuador y demás organizaciones de conservación han trabajado mano a mano para proteger la tierra típica al incrementar el manejo de las tierras locales: los Cofán se unieron con las autoridades de la Bio reserva Cóndor. Los Cofán incluso poseen su propio programa de guardabosques para detener la caza ilegal y desacelerar las prácticas de desarrollo ganadero.
El gobierno nacional y las comunidades locales de las tierras altas están trabajando juntos para promover el ecoturismo en Ecuador. Esto parecer calzar con una importante frase en Quechua, la lengua indígena más extendida en Ecuador: sumak kawkay, o vivir en armonía con la naturaleza. Ecuador es un país que se encuentra al borde de alcanzar un serio desarrollo económico y, por lo tanto, la forma en que maneje sus preocupaciones ecológicas junto con el desarrollo económico tendrá consecuencias resonantes en el futuro.
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