Panamá tiene una democracia constitucional; significa que posee un presidente y vicepresidente, ambos con un mandato único de cinco años. El presidente no podrá ser reelecto de inmediato, deberá esperar al menos dos mandatos (10 años) antes de ser elegible nuevamente.
La rica historia de Panamá es lo que ha llevado en gran parte al éxito de hoy en día en el país. Con una población relativamente joven y diversa, Panamá posee una cultura próspera y vibrante. La moneda oficial panameña es el balboa, aunque está vinculada con el dólar de los Estados Unidos, por lo que quienes posean esta moneda al ingresar a Panamá no tendrán que realizar cambios.
La legislatura nacional elegida por el pueblo es conocida como la Asamblea Nacional unicameral; esto significa que tiene una sola casa. A partir de 2009, el número de legisladores se fijó a 71; estos legisladores permanecen en periodos de cinco años, el mismo tiempo que el presidente. La Corte Suprema de Justicia de Panamá tiene nueve jueces nombrados por períodos escalonados de 10 años. También hay cinco tribunales superiores y tres tribunales de apelación. El sufragio en Panamá es universal y obligatorio, votan todos los mayores de 18 años, aunque los que no lo hacen no son penalizados.
En general, el gobierno de Panamá es tan estable y justo como siempre lo ha sido. Todas las elecciones desde 1994 han sido consideradas libres e iguales; sin embargo esto no fue siempre el caso, hay una larga historia de participación militar u oligarquía dentro del gobierno. Una dictadura militar tuvo lugar desde 1968 hasta 1989 teniendo fin cuando los Estados Unidos invadió Panamá, derrocando a Noriega del poder. Durante este período el presidente básicamente era un testaferro y el legislativo y los tribunales carecían de poder real.
La economía de Panamá se basa en el dólar, dependiendo de un importante sector de servicios que representa casi las tres cuartas partes de su PIB. Este hecho contrasta considerablemente con otros países de América Central que dependen mayormente de la agricultura. El sector de servicios incluye la operación del Canal de Panamá, la Zona Libre de Colón, la banca internacional, los puertos de contenedores, el registro de embarcaciones y el turismo. La agricultura representa menos del 7% del PIB panameño y sus principales exportaciones son: banano, café, caña de azúcar, camarones y arroz; siendo Estados Unidos el mayor socio comercial de Panamá.
Panamá tiene una de las economías de más rápido crecimiento en las Américas. En 2012 su PIB alcanzó $34.82 mil millones, con una tasa de crecimiento del 8,5%. Durante los últimos años ha registrado un crecimiento del PIB superior al 7% y en ocasiones, superior al 10%. Este crecimiento económico se debe en su mayoría a un auge en la construcción, dirigido mayormente a los extranjeros que buscan este país para jubilarse, hacer negocios o viajar. En una escala mayor, una expansión del Canal de Panamá, que inició en 2007 ha reforzado aún más la economía buscando duplicarla con la capacidad del canal al permitir que buques más grandes lo atraviesen. Además de la construcción de un metro en la Ciudad de Panamá también se construye un sistema de metro (valorado en $1.2 mil millones). Esta economía saludable además ha reducido la tasa de desempleo a un 4.4% en el año 2012.
Sin embargo, esta fuerte economía no ha llegado a todos los sectores de la sociedad. Panamá tiene la segunda peor distribución del ingreso en América Latina, con alrededor del 30% de la población viviendo en la pobreza. Muchas de estas personas (especialmente notorio en los grupos indígenas) viven con menos de US $1 al día, mientras que en el otro extremo está el sector de los súper-ricos. Un estudio de 2004 llegó a afirmar que sólo 80 personas representaban la mitad del PBI total de Panamá.
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