El arte Peruano, a menudo es visto bajo la lupa de la influencia Española en dos etapas. Primero las artesanías nativas – con complejos diseños de tejidos, y elaborada cerámica esculpida – el verdadero arte de los Andes. Después la segunda etapa, la cual trajo la influencia neo-barroca y Gótica de España acompañada del arte religioso Católico, una parte integral de la colonización que tuvo sus inicios temprano en el siglo XVI. Esta fusión cultural dio origen a una mezcla entre los estilos Europeos permeados con las sensibilidades artísticas de los locales.
Sin embargo no hay una línea progresiva – los textiles Andinos tejidos bajo la tradición Precolombina y la arquitectura Española aún existen hoy en día, especialmente en Lima. Las antiguas formas de arte Andinas todavía proveen inspiración para los artesanos contemporáneos, como es el caso del trabajo de Pablo Seminario y Marilu Behar en su famoso taller de cerámica en el Valle Sagrado de los Incas. Su estilo altamente solicitado se basa en las cerámicas de los habitantes originales de los Andes. Los imponentes edificios barrocos que los Españoles dejaron atrás hoy en día son monumentos que simbolizan la lucha de la recuperación de la identidad Peruana, arrebatada por el poder colonial Español; mientras que las formas de arte Andina más antiguas, actualmente son el camino a seguir para una enorme porción de los artesanos y artistas contemporáneos.
Selectos artesanos Peruanos elaboran textiles empleando los mismos métodos una vez usados por sus antiguos predecesores. La tela se basa en la lana de llamas y alpacas, teñida con plantas, minerales e insectos desecados. El riguroso proceso involucra la torsión de la lana cruda en hilo utilizando un uso, y después tejer hasta obtener la fábrica en un telar de madera. Los patrones geométricos representan el sol, las estrellas, los ríos y las montañas. Ocasionalmente, un estilizado ave u otro animal es incluido en el diseño.
Primero los Chavines y luego los Moche, fueron los encargados de desarrollar el inconfundible estilo de tejido que hoy en día sigue siendo popular en Perú. El arte Chavín posee patrones geométricos distintos. Las tradiciones artísticas Moche también han logrado sobrevivir hasta las generaciones actuales. Sus cerámicas exhiben animales y plantas entrelazados. Los artistas Incas dibujaron de acuerdo a la influencias que encontraban en las culturas que solían conquistar. Usted no tiene que ser un arqueólogo para reconocer las similaridades entre los animales antropomorfizados, con sus ojos y bocas siempre abiertos, de los Chavines e Incas. Para observar el arte Precolombino con sus propios ojos, asegúrese de visitar el Museo Larco y el Museo Amano durante su estancia en Lima. Para apreciar el arte Precolombino en su propio contexto, péguele una visita al Museo de Sipán en la costa occidental. Construido como una remodelación de una tumba intacta de un líder Peruano descubierto en la década de 1980, este museo transmite la esencia artística completa de las poblaciones Precolombinas.
La Escuela Cusqueña es uno de los movimientos artísticos más reconocidos que nació de las fuerzas combinadas entre los gustos indígenas y Europeos. A finales del siglo XVI, los artistas llegaban a Perú en busca de nombramiento. Uno de estos artistas, Bernando Bitti, vino a Perú y estableció un taller para entrenar a los Peruanos a pintar con el estilo Barroco. Más notablemente, esta escuela produjo La Última Cena por Marcos Zapata, una pintura que hoy en día cuelga en la Catedral de Cusco. En esta pintura, Jesús y sus apóstoles consumen un festín Peruano tradicional con conejillo de indias (el cual sigue siendo una fuente importante de protenía en algunas partes de Perú) y chica, una cerveza Peruana hecha a base de maíz. A través de la iconografía Católica, los artistas Peruanos incluyeron elementos de su propia historia. En uno de los murales de la Catedral de Cusco, los arcángeles son representados con mosquetes y vistiendo ropa característica de los Españoles.
Después de la colonización, los movimientos artísticos Europeos llegaron a Perú. Algunos artistas Peruanos se familiarizaron con los movimientos artísticos de Europa. En el siglo XIX, Ignacio Merino se unió a los Románticos y crearon una serie de acuarelas basadas en la vida de Cristóbal Colón. Carlos Quizpez Asin, un artista del siglo XX, ganó reconocimiento nacional por su participación en los movimientos Europeos posmodernistas. La influencia de Pablo Picasso es evidente en gran parte de su trabajo.
En caso de que solo pueda visitar un museo durante su estancia en Lima, el Museo de Arte de Lima (MALI) podría ser la mejor opción para cubrir los puntos artísticos más importantes. Este museo exhibe galerías Precolombinas, coloniales y contemporáneas. Estas colecciones conviven en un edificio construido a finales del siglo XIX. El edificio posee un estilo señorial que a menudo no se aprecia en las afueras de Lima.
Por miles de años, los Andes resonaron con las agudas notas de la flauta Peruana, conocida como zampoña, acompañada con tambores. Hoy en día, el conjunto tradicional de la música folklórica se ha expandido para incluir al charango – un laúd hecho con la concha de un armadillo. Este conjunto, acompañado por flautas, arpas, y un fuerte canto, consolida el huayno, un prominente estilo de música folklórica Peruana.
Durante el siglo XX, el estilo musical de música criolla se apoderó de las tradiciones musicales de los nativos y se expandió para incluir nuevas tradiciones de alrededor del mundo. Los Peruanos poseen su propia versión de los blues, conocido como landó, nacido de una población Africana traída a Perú por los Españoles.
Los Africanos también trajeron la cumbia, un estilo musical que comenzó como acompañamiento de una danza de cortejo. En Perú, este estilo se combinó con algunos elementos del huayno y el rock moderno psicodélico para hacer el chicha, un único sonido Peruano de creciente popularidad a través del mundo.
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