Gracias a la histórica acción del presidente Obama para normalizar las relaciones con Cuba, los estadounidenses ahora están más cerca de lo que han estado a lo largo de medio siglo para poder visitar con total libertad esta hermosa isla. La relación entre estos dos países es tan compleja a como se la puede imaginar. Para comprender la dinámica actual entre Cuba y Estados Unidos, profundizar en los eventos que esculpieron la conexión actual entre las dos naciones es bastante útil.
Todo comenzó a finales del siglo XVIII cuando los Estados Unidos comenzaron a comerciar con Cuba, un país que se encontraba bajo el dominio español. Los comerciantes de Estados Unidos solían verter barcos repletos de dinero en las plantaciones de azúcar en la isla - para mediados del siglo XIX, alrededor del 40 porciento del azúcar cubano solía venderse a Estados Unidos, y los productos de este país también estaban siendo vendidos a Cuba. La ubicación y geografía de la isla eran apetecibles para los intereses de Estados Unidos, y varios presidentes - incluyendo a Jefferson, Polk, Pierce, y Buchanan - intentaron comprar a Cuba de los españoles, pero sin éxito.
Después de la Guerra de los Diez Años, Estados Unidos se interesó en Cuba, y envió al USS Maine para proteger a los ciudadanos estadounidenses en la isla. El barco se hundió en el Puerto de La Habana el 5 de febrero de 1898, provocando el fallecimiento de más de 250 personas. Los españoles fueron culpados, y dos meses después, Estados Unidos declaró guera a España. Para el 17 de julio, los españoles se rindieron; y así, la ocupación militar por parte de Estados Unidos ocurrió.
Estados Unidos ayudó a formar el tratado entre Cuba y España, y la constitución cubana. Dentro de la constitución se encontraba la Reforma Platt, la cual aseguraba la base naval de Guantánamo para Estados Unidos y también le otorgó a Estados Unidos el derecho de intervenir cuando creyera necesario.
Durante los cuatro años en los que Estados Unidos ocupó militarmente a Cuba, la infraestructura mejoró, se estableció un sistema de postal, se crearon escuelas, y se eliminó por completo la fiebre amarilla. En el año 1902, Cuba obtuvo su independencia de los Estados Unidos, pero los líderes de la isla seguían antendiendo con gran atención los deseos del Tío Sam. Los Estados Unidos ayudaron a instalar (e incluso pagar el salario) del primer presidente de Cuba. Conforme el tiempo pasó, los Estados Unidos apoyaron a los políticos cubanos que proporcionaron a los inversionistas estadounidenses con oportunidades de negocios y bancarias. Por lo tanto, no es de extrañar que las empresas estadounidenses comenzaran a invertir en las industrias más importantes del país, incluyendo al azúcar, tabaco, minería, y ferrocarriles. Las empresas estadounideses eventualmente llegaron a ser propietarias de todas estas industrias.
El azúcar solía ser la indstria más rentable de todas. Los cubanos rápidamente vendieron sus propiedades a los inversionistas estadounidenses, quienes vertieron toneladas de dinero en esta industria. El gran clímax del azúcar se dio entre los años de 1915 y 1920, y durante este período de tiempo las ganancias se dispararon. El azúcar ayudó a contruir ciudades y a desarrollar infraestructura a través de Cuba - las mansiones que usted puede apreciar hoy en día en La Habana o Trinidad fueron construidas mayoritariamente a partir de dinero proveniente de la industria del azúcar. Fue también durante este tiempo que los estadounidenses comenzaron a volar a La Habana para disfrutar del clima, de las mujeres, y de las bebidas. Una vez que la Gran Depresión llegó, la economía de Cuba se estancó.
El Presidente de Cuba, Fulgencio Batista, fue particularmente útil para Washington y susceptibale a sus propuestas. Después codearse con los mafiosos en Miami, ayudó a estimular un auge en la costrucción de casinos y hoteles inspirados en los de Las Vegas. Los Estadounidenses comenzaron a visitar con mayor frecuencia para sumergirse en la vida de sol, y disfrutar del ambiente de la isla por unos cuantos días.
Durante la Revolución, Estados Unidos suministró al régimen de Batista con aviones y armas de guerra, aparetemente con el fin de ayudar a mantener al Comunismo lejos de Cuba. Conforme se hizo más claro que Castro iba a predominar, Washington negoció con Castro mientras intentaba detenerlo de alcanzar el poder. Eventualmente los Estados Unidos observaron la escritura en la pared, y persuadireon a Batista de ceder el poder; fue en este momento cuando Castro tomó el relevo.
Asimismo, no es de extrañar que la relación entre Estados Unidos y Cuba estuvo tensa desde el principio. Castro se alió con el enemigo más grande de Estados Unidos - Rusia - y tomó el control del país del hombre que tenía los intereses estadounidenses (y cuentas bancarias) en mente. En el año 1959, Castro incautó los bienes del azúcar y la ganadería, creando una enorme tensión con Washington. De hecho, a día de hoy, todavía existen estadounidenses que alegan tener propiedades en Cuba - las demandas de los propietarios originales nunca alcanzaron una solución.
Después de la Revolución, los cubanos comenzaron a migrar a Miami. Para el año 1963, aproximadamente 250 000 cubanos partieron hacia los Estados Unidos. Muchos fueron profesionales intruidos, incluyendo doctores, ingenierios, maestros, y empresarios. Aquellos que partieron, sufrieron de intesas confiscaciones por el gobierno comunista.
Otros dos eventos dieron un golpe mortal a las relaciones entre Estados Unidos y Cuba: la Bahía de Cochinos y la Crisis de los Misiles en Cuba. En aras de la brevedad, mantendremos las cosas lo más simples y directas aquí.
A inicios de la década de 1960, la CIA comenzó a conspirar una invasión dirigida a derrocar el gobierno de Castro. El 17 de abril del año 1961, la invasión comenzó y fue rápidamente derrotada por la gente cubana, de la cual mucha estaba representada por agricultores y pescadores ordinarios que habitaban a lo largo de la costa. La Bahía de Cochinos ayudó a Castro a consolidar su poder e incluso convencer a más cubanos a tornarse en contra de los Estados Unidos.
Ese mismo año, Cuba oficialmente se declaró un estado Marxista-Leninista. Estados Unidos prometió deshacer al mundo del socialismo, y comenzó con operaciones adicionales dirigidas a destituir a Fidel. Como respuesta, Cuba solicitó cohetes a los soviéticos para ayudar a defender la isla en caso de una invasión. El Presidente Kennedy advirtió a la Unión Soviética que los Estados Unidos no permitiría que los misiles se instalaran en Cuba. Khrushchev y la Unión Soviética se ocuparon de negociar sobre la remoción de los misiles de la tierra cubana. Al final, Estados Unidos garantizó que no invadiría Cuba y los misiles fueron removidos.
En el año 1966, Estados Unidos pasó la Ley asesina de Ajuste Cubano, garantizando la residencia para los cubanos que lograban llegar a Estados Unidos. Miles de cubanos escaparon a Estados Unidos en balsas dirigidas hacia Florida, teniendo esperanza en alcanzar tierra firme y ganar la ciudadanía en los Estados Unidos. En el año 1994, Castro decidió no patrullar las propias fronteras del país y permitirle a las personas irse de Cuba legal o ilegalmente. Para septiembre del mismo año, más de 30 000 cubanos fueron rescatados del mar mientras intentaban cruzar las aguas para llegar a Florida. Esta gente fue enviada de vuelta a la base naval de Guantánamo.
En el año 1962, Estados Unidos decretó un embargo comercial con el objetivo de poner a Cuba en una crisis económica y con esperanza forzar a Castro a ceder el poder. El Presidente Kennedy promulgó una orden ejecutiva el 3 de febrero de 1962 y Clinton la firmó para convertirla en ley en el año 1996. Entre otras cosas, la ley niega la entrada a Estados Unidos a cualquiera que haya realizado negocios con el gobierno o gente cubana, y establece que el embargo será removido únicamente cando se sitúe un "gobierno transicional".
El embargo es un tema controversial - los críticos dicen que viola la ley internacional y que es un suceso terrible para los cubanos ordinarios. El General de la Asamblea de las Naciones Unidas lo reprocha. Sin embargo, el impacto económico es ampliamente discutido. Cuba alega que sus pérdidas siguen creciendo y que superan los $ 1.6 trillones USD. Sin embargo, la Comisión de Comercio Internacional (ITC), ha declarado que el embargo ha tenido poco impacto sobre la economía cubana y que la política doméstica es la razón principal por la cual Cuba se encuentra en una economía deslucida. Otros indican que el embargo en realidad ha ayudado a la mantención de los hermanos Castro en el poder, al otorgarles razones para incentivar la propaganda en contra de los Estados Unidos y justificación para limitar libertades políticas.
Muchos oficiales en el Departamento de Estado de E.U.A. han admitido en privado que esta política verdaderamente ha ayudado a mantener a Fidel en el poder. Los presidentes anteriores y el Partido Republicano han atendido los interesas de los cubanos-estadounidenses, de los cuales muchos son abiertamente anti-Castro. Esta circunscripción ha esculpido la política estadounidense hacia Cuba en el pasado, y queda por ver cómo funcionarán las cosas en el futuro.
Cuando Fidel se enfermó en el año 2008, Raúl asumió el control, y desde entonces ha trabajado para normalizar las relaciones con Estados Unidos. En marzo del 2008, el Presidente Obama anuló las restricciones en los viajes para las visitas de familias a Cuba, y exigió un mayor compromiso con la isla. El próximo año, los oficiales cubanos y estadounidenses participaron en la primer conversación directa desde el 2004.
Sin embargo, en marzo del 2009, resurgieron algunos problemas entre los países cuando Alan Gross, un ciudadano estadounidense, fue sentenciado a 15 años en una prisión en Cuba. Mientras trabajaba en un proyecto para devolver la democracia a Cuba, él fue acusado por "crímenes en contra de la intefridad del estado". Después de cinco años en una cárcel cubana, Gross fue liberado el día 17 de diciembre del 2004.
En enero del año 2011, el Presidente Obama reestableció una licencia que permite el viaje tipo "people-to-people" hacia Cuba. Esto permite que cualquier ciudadano estadounidense pueda viajar a Cuba por medio de instituciones y compañías turísticas autorizadas.
Para enero del 2015, el Presidente Obama se encargó de establecer mejores relaciones diplomáticas y económicas con Cuba. Las relaciones diplomáticas han mejorado y ha habido una expansión en algunos tipos de viaje desde Estados Unidos a Cuba. El límite sobre las remeces enviada desde los cubanos a sus familiares en Estados Unidos también se han incrementado. Sin embargo, actualmente el embargo y la prohibición de viajes todavía está vigente. Las embajadas aún deben abrir en ambos países, y nosotros por supuesto estamos ansiosos de ver cómo terminará este asunto.
Dado a la frágil relación que ha existido entre las dos naciones por los últimos 50 años, los estadounidenses podrían estar temerosos sobre cómo serán recibidos al viajar a Cuba. La mayoría de cubanos, especialmente los jóvenes, aman Estados Unidos. Ellos hablarán sin parar sobre los equipos de béisbol, películas, música, libertades, y properidad de Estados Unidos. Los cubanos son extremadamente amigables con los estadounidenses, y le darán la bienvenida con manos y corazón abiertos. Tómese el tiempo de conversar con estas personas si tiene la oportunidad.
Los cubanos no sólo acogen bastante bien las ideas y artículos de Estados Unidos - sus libertades e invenciones - pero también los dólares que vienen con los turistas estadounidenses. El dólar, de acuerdo a muchos cubanos, tiene el poder de cambiar sus vidas. Aquellos que trabajan en turismo dependen de las propinas de los turistas estadounidenses (o de cualquiera, en realidad) para ayudar a suplementar los salarios extremadamente bajos proporcionados por el gobierno de Castro. El ingreso extra les permitirá comprar comida, ropa, y alojamiento. La gente cubana también podrían creer que la creciente interacción económica con Estados Unidos cambiarán sus sistemas económicos y políticos.
De hecho, esto expone un paradigma central de viaje a la isla. Los turistas no-estadounidenses a menudo son temerosos de la llegada de estadounidenses — dichos viajeros dicen que los estadounidenses se encargarán de llevar dinero y McDonald's y cambiarán la naturaleza intacta de Cuba. Sin duda alguna, el incremento de ingresos alterarán la isla. Pero negar a la gente cubana la oportunidad de mejorar su destino financieramente - y probablemente políticamente también - es egoísta e imprudente. Cuba no puede, y no debe, quedarse atascado en la ideología del pasado. Cambiará, como todas las cosas, y sólamente a través de un planteamiento deliberado y respetuoso al turismo que podremos incentivar un desarrollo positivo en Cuba.
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