Desde La Habana hasta Hamburgo, los cigarros cubanos son valorados como los mejores en todo el mundo. Cuba posee unas condiciones excelentes para el cultivo del tabaco, y cientos de años de experiencia cultivándolo. Los icónicos cigarros del país son un componente importante de la herencia cultural cubana. Sin importar si usted fuma o no, aprender sobre la historia y la cultura de estos cigarros es simplemente fascinante.
Desde La Habana hasta Hamburgo, los cigarros cubanos se valoran como los mejores alrededor del mundo. Cuba posee excelentes condiciones para el cultivo de tabaco, y cientos de años de experiencia en hacerlo. Los icónicos cigarros del país son un importante componente de la herencia cultural cubana. Sin importar si usted fuma o no, aprender sobre la historia y la cultura de estos cigarros es simplemente fascinante.
En Cuba, la cultura del cigarro es enorme. Caminando por cualquier calle en La Habana usted estará sujeto a observar un puñado de locales resoplando puros mientras llevan a cabo sus quehaceres diarios. La gente ama los cigarros, al igual que los viajeros que llegan hasta aquí a comprarlos. Gracias al emabrgo de los Estados Unidos sobre CUba, los cigarros cubanos siempre han sido difíciles de conseguir en Estados Unidos, y por lo tanto han disfrutado de cierta mística a lo largo del último medio siglo. Hoy en día las cosas han estado cambiando, pero la mayoría de los aficionados al tabaco estarán de acuerdo con que Cuba produce el mejor tabaco en todo el mundo.
Todos tenemos en mente que la ubicación importa, especialmente cuando se trata de la agricultura. Cuba está bendecido con disponer de los mejores sitios en el mundo para el cultivo del tabaco. Sin embargo, esto no quiere decir que toda la isla dispone de tierra fértil - muchos lugares son simplemente muy calientes, fríos o rocosos para cultivar plantas. No obstante, hay unas cuantas regiones que disfrutan de unas condiciones de primera para cultivar tabaco.
El mejor tabaco proviene del área de Vuelta Abajo en la Provincia de Pinar del Río cerca de la ciudad de San Luis. Este lugar tiene las condiciones perfectas para cultivar tabaco - la temperatura promedio es de alrededor de 23°C y la humedad es de aproximadamente 65 porciento. Asimismo, el subsuelo es una marga rica y rojiza repleta de nutrientes. En esta área, los mejores campos se encuentran casi que completamente dedicados a la producción de hojas envolventes.
Algunos expertos alegan que las plantas que se cultivan en la región de Vuelta Abajo tienen una concentración más elevada de nitrato. Este nitrato hace que el tabaco sea más poderoso y sabroso. Las hojas también son más fuertes, y por lo tanto mejores para enrollar. La gente ha tratado de emular el tabaco de esta región utilizando las mismas semillas e incluso transportando la tierra, pero ninguna ha sido capaz de desarrollar un cultivo semejante.
Otras regiones de tabaco principales en Cuba incluyen a Villa Clara y al Valle de Viñales. La región de Vuelta Arriba de Villa clara, al este de Santa Clara, se dice que es la segunda después de Pinar del Río cuando se trata de la producción de tabaco. Ya que Viñales se encuentra dentro de un parque nacional, los fertilizantes químicos son ilegales y todo el tabaco por lo tanto es orgánico. Los agricultores de tabaco locales, conocidos como vegueros, insisten en que es esto lo que hace que su tabaco sea el mejor en todo Cuba.
Mientras conduce por estas regiones, usted podrá observar campos de tabaco a lo largo de muchas de las carreteras. Los campos albergan plantas de tabaco que alcanzan la altura de su cintura, y se encuentran alineadas uniformemente en filas espaciadas. Los campos son pintorescos, especialmente cuando los trabajadores están al aire libre cosechando las hojas. Por esto, asegúrese de hacer una pequeña parada y tomar unas cuantas fotografías.
En Cuba, el tabaco se cultiva en pequeñas parcelas de tierra. Los agricultores pueden ser propietarios de más de 67 hectáreas para el cultivo del tabaco, pero la mayoría de parcelas son de menos de 4 hectáreas. Las semillas de tabaco son sembradas a finales de octubre. Al inicio, las semillas se mantienen en invernaderos, pero posteriormente son transplantadas a los campos después de un mes. Más tarde, las plantas toman alrededor de 4 meses para crecer, y normalmente son cosechadas en marzo y en abril.
Durante la cosecha, las hojas se cosechan y se empaquetan - estos paquetes después son colgados en un granero para secarlas. Después de 45 - 60 días, las hojas se remueven del secado, se empacan en cajas de madera, y se transportan a una casa de separación. En este lugar, las hojas son humedecidas, ventiladas, y aplastadas. Los grupos de hojas después son dermentados en pilas hasta por 3 meses.
Las hojas se califican con base en qué parte de la planta crecieron. Las hojas de la parte superior son fuertes y usualmente se utilizan como hojas aglutinantes, lo que hace que todo el cigarro se mantenga en una pieza. En un cigarro, el aglutinante se encuentra en medio del relleno y del envoltorio. Las hojas aglutinantes normalmente tienen muy poco sabor.
Las hojas de relleno pueden venir de cualquier parte de la planta. La parte superior de la planta, conocida como la corona, normalmente produce hojas con un sabor intenso. La parte inferior de la planta a menudo posee hojas que se queman mejor. Por esta razón, el relleno usualmente consiste de una mezcla de diferentes tipos de hojas para alcanzar una combinación de sabor específica y ciertas cualidades de quemado.
El envoltorio es muy importante. Estas hojas usualmente crecen en la sombra para prevenir que la hoja se torno muy oleosa o gruesa. Los envoltorios deberían tener unas cuantas venas y deberían ser bastante suaves. La mayoría del sabor del cigarro proviene del envoltorio. Por esta razón, estas hojas también son las más costosas para comprar.
Después de que las hojas son fermentadas, clasificadas, aplastadas, rociadas con agua, fermentadas nuevamente, re-clasificadas, y finalmente, son enviadas a las fábricas de cigarros. Todo el proceso de maduración puede tomar más de dos años.
En la fábrica de cigarros, las hojas son calificadas según su intensidad y color. Cada cigarro posee una receta que incluye un tipo y una proporción específica de hojas. Las recetas se mezclan en una licuadora antes de enviarlas al cuarto de producción. En el cuarto de producción, los enrroladores que se encuentran sentados en bancos de trabajo se les proporciona suficiente tabaco para enrrollar aproximadamente 100 cigarros cada día. Increíblemente, los enrroladores sólo disponen de una herramienta - un cuchillo de punta redondeada.
El proceso de enrrolamiento procede de la siguiente forma. El enrrolador toma unas cuantas hojas de relleno y las enrrolla hasta alcanzar la forma de un cilindro. El clindro posteriormente se rodea de hojas aglutinantes para formar un "manojo", el cual es presionado en un molde. El enrrolador después elige el envoltorio, lo recorta, y coloca el "manojo" dentro del envoltorio. Y así, el "manojo" de tabaco es enrrollado. Un pedazo del envoltorio se corta para formar el casquillo y se pega en su respectiva posición con una goma sin sabor. Los cigarros se mantienen en un humidor por tres semanas y finalmente están listos para vender.
La marca de la fábrica se coloca alrededor del cigarro en forma de una banda de papel y después los grupos de cigarros se colocan en cajas de madera. Los cigarros más suaves se colocan hacia la derecha, y los más oscuros en la izquierda.
Los cigarros se juzgan bajo ocho criterios, incluyendo su peso, largo, homogeneidad del envoltorio, firmeza, extracción, y quemado. Los cigarros se califican con base en su color. En CUba, los cigarros llevan muchos nombres, incluyendo puros, tabacos, y habanos. El gobierno cubano regula los cigarros y todo el tabaco es vendido al gobierno a un precio fijo.
Ya sea que se encuentre haciendo un tpur por una plantación de tabaco en Pinar del Río, o resoplando un puro en La Habana, hay muchas formas de participar en la cultura del cigarro en Cuba.
Visitar una plantación de tabaco es una de las mejores opciones. Usted podrá caminar por los campos y observar las plantas creciendo, y visitar el granero donde las hojas son secadas en grupo. Los guías experimentados e informados guiarán a los viajeros por los tours y proporcionarán una gran cantidad de información interesante.
Una de las granjas de tabaco más famosas en el mundo se encuentra en el área de Vuelta Abajo de la Provincia de Pinar del Río. La Granja de Tabaco Pinar Robaina ha estado funcionando desde el año 1845, y la familia Robaina ha cultivado esta parcela por seis generaciones. Los años más formativos llegaron bajo la supervisión del fallecido Alejandro Robaina. Alejandro murió en el año 2010, y su nieto, Hroshi, hoy en día gestiona la granja. Los viajeros pueden realizar un tour por la plantación para aprender sobre el sembrado, la cosecha, y los métodos de secado. Incluso a usted se le otorgará su propio cigarro enrrollado a mano al final del recorrido.
Los tours a las fábricas de cigarros son igual de provechosos. Las fábricas con frecuencia se encuentran dentro de antiguos edificios coloniales. Cada edificio se especializa en producir ciertas marcas de cigarros, las cuales son asignadas por el gobierno. Los tours usualmente comienzan en los cuartos de enrrolamiento, donde usted podrá observar filas de hombres y mujeres sentados en escritorios, fumando y enrrolando cigarros. El aroma es excepcional. Además, también usualmente se le enseñará cómo las hojas son juzgadas por su calidad. La Habana posee varias fábricas que usted podrá explorar con un guía.
Los cigarros cubanos se pueden comprar en las tiendas oficiales de La Casa del Habano. Hay alrededor de 20 de estas tiendas en La Habana y muchas más en las otras ciudades. Estas tiendas podrían disponer de grandes humidificadores y salas de fumado. Los gerentes normalmente son extremadamente capacitados y podrán ayudarle a elegir el cigarro perfecto para usted. Asimismo, también podrá comprar cigarros en la mayoría de los hoteles turísticos en el país.
Como regla general, no compre cigarros en la calle. A pesar de que el vendedor alegará tener cigarros de marca en su posesión, los cigarros usualmente son inferiores y hechos con un grado menor de calidad. Es mejor comprar cigarros en una tienda o distribuidor con buena reputación.
Los cigarros cubanos enrrolados a mano tienen una estampilla de Cubatabaco y la marca de la fábrica. Los cigarros hechos a mano también tiene las palabras, "Hecho en Cuba. Totalmente a Mano." Si la etiqueta dice "Hecho a Mano", los cigarros probablemente fueron terminados a mano, con el envoltorio puesto a mano, en lugar de haber sido hechos artesanalmente por completo. Finalmente, si dice "Hecho en Cuba", los cigarros son mecanizados.
Hay alrededor de 40 marcas de cigarros cubanos, de las cuales cada una vende cigarros de diferente tamaño y forma. En general, los cigarros más gordos humean más que los cigarros más pequeños, y los cigarros oscuros tienden a ser más dulces. La calidad de una marca en específico podría cambiar dependiendo del año, al igual que con el vino. Además, similar al vino, los cigarros se siguen añejando y madurando con los cuidados respectivos. La mayoría de los aficionados a los cigarros concuerdan con que los mejores cigarros son aquellos que han sido añejados por 6-8 años. El cigarro debería fumarse en los próximos tres meses de su producción o después de un año - el período del medio es notoriamente un mal momento para fumarlos. El cigarro debe tener una textura suave y un olor fresco, y debe sentirse ligeramente suave cuando se presiona. Las fábricas de cigarros en Cuba producen varias marcas. Los expertos consideran que la fábrica de El Laguito en La Habana es la mejor de todo el país.
Conforme las relaciones mejoran, la industria de cigarros cubana parece que está por entrar en el mercado del cigarro estadounidense de $13 billones USD. Aún así, es poco probable que usted llegue a ver cigarros cubanos apareciendo en los estantes estadounidenses en el futuro próximo. La mayoría de la gente familiarizada con la industria piensa que pasarán al menos cinco años antes de que esto ocurra.
Desde junio del año 2015, los ciudadanos estadounidenses pueden volver a Estados Unidos con $100 USD en cigarros cubanos. Estos cigarros deben ser adquiridos únicamente para consumo propio y no para venderlos.
Si usted no es estadounidense, usted podrá partir de Cuba con un máximo de 5.000 CUC en cigarros (con sus respectivos recibos). Después de pasar por la aduana del aeropuerto, usted podrá comprar cigarros adicionales en las tiendas libres de impuestos.
Recuerde traer un humidificador con usted a Cuba si planea volver con cigarros. Esto le asegurará que los cigarros mantengan una humedad apropiada durante el viaje. ¡Usted querrá evitar volver a casa con una caja repleta de cigarros completmente secos!
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