La reserva Biológica del Bosque Nuboso de Monteverde es el sitio con el mayor bosque nuboso que se puede encontrar en todo Costa Rica. Es un bosque nuboso pero no lluvioso debido a la alta elevación de 1440 m sobre el nivel de mar. Es de los mejores lugares para observación de aves tanto dentro como fuera de la reserva.
La Reserva de Monteverde es uno de los mejores lugares para ver el resplandeciente quetzal, ya que migra a las partes más bajas del parque durante la temporada de apareamiento. También nos encontramos con la pájaro campana, actualmente en peligro de extinción, siendo otro miembro de las 400 especies de aves que residen aquí, sin olvidar las 30 especies de colibríes. Hay más 100 especies de mamíferos viviendo en el parque dentro de ellas el mono aullador y el mono carablanca, las cinco especies de felinos, ciervos, dantas y perezosos. Un total de 1200 especies de anfibios y reptiles viven en la reserva, incluyendo las venenosas serpientes como también las ranas no toxicas y sapos. El legendario Sapo Dorado fue descubierto aquí, pero no se ha visto desde 1988.
Junto con la mega-diversidad de la fauna silvestre, hay 2500 especies de plantas, 420 de las cuales son orquídeas. No se olvide de las decenas de miles de insectos y 5000 especies de mariposas nocturnas en el interior de la reserva. Ocho diferentes zonas de vida abarcan un total de 10400 hectáreas de tierras protegidas desde un punto muy alto por encima de la división continental. La reserva es supervisada por el Centro de Ciencia Tropical de Costa Rica que gestiona los senderos y limita la cantidad de visitantes. La increíble diversidad biológica que se encuentra en Monteverde le ha dado reconocimiento internacional como uno de los refugios más excepcionales en todo el mundo.
Cuando visite la Reserva de Monteverde, probablemente se hospedará en el pueblo de Santa Elena. Fundado en 1951 por un grupo de cuáqueros que huyeron de los Estados Unidos, Santa Elena fue el sitio elegido donde muy pronto comenzaron hacer soluciones para la conservación a partir de esa fecha. El pueblo tiene gran variedad de restaurantes, alojamientos, bancos e incluso su propia fábrica de quesos que suministra queso de primera calidad a todo el país. La tranquila comunidad de turismo permite ser descubierta por todos sus alrededores.
Dentro de todas las reservas naturales podemos encontrar senderos en buen estado, pero muchos de ellos también barrosos o húmedos. Incluso hay puentes colgantes y Canopy tours que le brindarán una experiencia como nunca antes en Costa Rica. Numerosas empresas en Santa Elena ofrecen tours y excursiones, así que asegúrese de encontrar la mejor opción. La emocionante comunidad también tiene serpentario, ranario, selva de murciélagos, jardín de mariposas y excursiones a caballo para una impresionante cercanía con la vida silvestre.
El estremecedor camino de tierra desde la autopista interamericana que conduce a Santa Elena ofrece magníficas vistas de las verdes colinas y en un día claro se puede observar el hermoso Golfo de Nicoya. La zona se encuentra constantemente húmeda, debido a que recibe nubes desde el Pacifico como también del Caribe.
Para tener acceso a Santa Elena desde Liberia, diríjase hacia el sur a lo largo de la autopista Panamericana desviándose por la carretera 145. El camino de tierra con aproximadamente 112km le llevará hacia el pueblo de Santa Elena. Desde la capital San José, diríjase al noreste de autopista Interamericana hasta el cruce con la carretera 145. Santa Elena se encuentra a 155 Km. de la capital de la Nación. La Fortuna está a 35km al noreste de esta pequeña comunidad y la ciudad de Puntarenas se encuentra a 80 Km. al suroeste.
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